¿Sabes?

Sabes, amor? Soy un poco celoso,
lo suficiente para esconderme y no hablarte de mis guerras,
sobre todas ellas que vuelan solas, sin cobijo que las cure;
sin que, aunque usted disculpe, ellas andan locas,
seguirán camino a dónde el impulso las lleve;
cojeo solitario como un soldado sin régimen,
como un guerrillero sin mando;
no puedo estar en todo todo el tiempo, y aunque lo intento,
al final siempre hay alguien que avienta la vida al precipicio.

Me estorba la vida por temerle a la muerte,
me estorba el pensar que alguien te bese;
me estorban miradas, ausencias,
me estorba el deber, beber, leer,
me estorba el orbe, el desmadre y el orden,
la familia, el horizonte, mi sombra, sus voces;
Ahh… suspiro, aquí sigo,
¿tú dónde estás? Tu ausencia me invade y
desvalija la certidumbre, Schöndinger ataca
y te siento rara, casi no te miro; regresa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No quiero dormir

Endrogado de mí

Compañera de vida (Lado B)