Quieres que te diga toda la verdad?

Quieres que te diga toda la verdad?
Quieres todavía sangrar por nuestro amor?
Quedarnos tirados en la cama recordando exhaustos
un pasado que ya no está, eso quieres?
Que seque las lagrimas que bajan por tu rostro y
te haga el amor una y otra vez hasta olvidarlo todo?
que siga acariciándote bajo la luz de la luna?
O quieres volar y naufragar en este mundo a tiempo del descuido y ver qué pasa,
qué diablos pasa si vuelas?
Se rompieron las palabras, las cadenas, sonrisas.
Ja, mírame, soy el mismo flotando entre el humo,
el hombre inconexo que te enamoro hasta desbordar el idilio,
el infausto insano que sigue aferrado conseguir aquel sueño.
Pero sabes? Tú eres la chica de mis guerras, inspiración entre bombas,
un pálido recuerdo debilitado por los pasos, por el tiempo.

Ahora te llevas mis lazos, aliada de lo que nos atormenta,
este mundo en un asco y he aprendido a compartirlo a solas,
de fiesta en fiesta, nómada, volando de cama en cama,
sin pedirle tiempo al tiempo para tocar tantito más,
un poquito más pa no morir en esta atípica ficción envuelta en realidad.

El diluvio marca con un tic tac mi cerebro,
un tormento  de esos que siempre se cargan,
la gente y tu recuerdo, la malicia en ti y en todos los cuerpos,
en los dulces gemidos que me acarician al entrar a una doncella,
ignorante de esta historia y ignorante de este hombre de apariencias,
lúcido y sombrío, extranjero ensordecido…

Vida incoherente,
me ahogo en tus océanos y lo único que haces es sumergirme en precipicios.
Sabía que lo harías, es difícil para ti sostenerte en la nada,
de esta cuerda rota donde trota este funambulista indómita,
es más fácil para ti resguardarte en la sutil venganza,
en un platónico amor odiado y cogido por la espalda.
Así que lo has hecho,
espero me hayas recordado en la cumbre de tu orgasmo e incomodado después del suceso,
como un golpe de tus dioses haciendo justicia divina,
y no muerdas si te muerdes cuando actuamos,
no soy espejo ni psicólogo de la nostalgia;
no preguntes que qué pasará si regresas a pregunta que en qué carajos estoy parado?
Porque quizá no esté de pie y que quizá esté cayendo, o
sólo esté imaginando el vértigo dónde estoy parado,
en el desvelo, sentado en borde de la ventana,  dónde siempre escribo.
Y ahora vos?
Traveler y la Maga jugando a ser amigo, retozando con el rencor los amantes,
buscando el remedio en historias mitologías de los similares.
Sigamos Tiempo,  cada quién su camino,
sin importar cuentas,  sin ajustas esta Rayuela ucroniana,
dónde renuncié en un qué putas estoy haciendo? Del ¿a dónde quiero ir?
Las tormentas llegan solas, sin que uno las llame.

De repente volteé y ahí estaba.

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